Cuidado de orquídeas
El cuidado de orquídeas puede parecer complicado pero a pesar de las diferentes especies existen muchas similitudes entre ellas haciendo su cultivo más fácil de lo que se podría pensar.
Hoy hablaremos de la especie más común: la phalaenopsis
Origen de las orquídeas
Cuidar de una orquídea no resulta tan complicado cuando entendemos su origen.
Viviendo en zonas tropicales está acostumbrada a condiciones tropicales muy concretas: Humedad elevada, temperaturas altas, muchas horas de luz sin contacto directo -la copa de los árboles filtran los rayos del sol y alternancia de temporadas de lluvia y sequedad.
Además es una planta de carácter epífito, es decir que tiene costumbre a crecer en las ramas y troncos de los árboles, sin ser una planta parásita por lo tanto.
Como sus raíces no están en contacto con el suelo, una vez la temporada de lluvia pasada las phalaenopsis deben absorber el agua en la humedad ambiental, viviendo así hasta las nuevas lluvias tropicales.
Este resumen sobre sus orígenes nos ayuda a entender sus necesidades y a no tratarla como cualquier planta de interior, ahí van los consejos para hacerla sentir como en casa.
Luz
Como hemos visto más arriba la orquídea es exigente en luz y no debe tener contacto directo con los rayos del sol.
Lo ideal es colocarla cerca de una ventana expuesta al norte o tras una cortina que filtre la luz.
Mucha luz: En caso que reciba sol directo la planta se deshidratará y sus hojas pueden empezar a tener quemaduras en casos extremos.
Poca luz: En caso que reciba poca luz las hojas se vuelvan más obscuras hasta ponerse amarillas y caerse, tampoco florecerá.
Las raíces y la luz
Un error común en el cuidado de las orquídeas es usar macetas que tapen la luz de las raíces.
Recordamos que es una planta epífita y no recibe luz directa, así ha desarrollado una técnica muy ingeniosa para hacer más fotosíntesis: no solamente sus hojas pero sus raíces también hacen fotosíntesis, así aprovechan cada rayo saliendo de la copa hacía ella.
En su ambiente natural las raíces se desperdigan sobre la corteza del árbol.
Por eso es importante usar macetas transparentes o vidrio, sobre todo si su espacio no tiene buena exposición.
Agua
Al igual que la luz es uno de los puntos más complejos en el cuidado de orquídeas pero una vez entendido, resulta más sencillo cuidar orquídeas.
En condiciones naturales recibe grandes cantidades de agua durante la temporada de lluvia, sin embargo, cuando la lluvia para la planta no tiene más agua que la que ha captado antes -sus raíces actúan como almacenes- y la humedad ambiental. Por esa misma razón cuando se riega demasiado o no garantizamos un buen drenaje, las raíces se pudren.
Otro método de riego incorrecto es regar muchas veces pero de manera escasa, de esa manera no dejamos que las raíces retengan y absorban suficiente agua.
La forma más fácil de regar una orquídea es sumergir la maceta (sin llegar a las hojas) durante 10 minutos y luego dejar escurrir hasta eliminar el exceso de agua. Podemos proceder de esa manera una vez a la semana o cuando las raíces están grises, señalando sequedad.
Consejos sobre el riego:
- Si está en zonas de agua muy dura, es mejor utilizar agua filtrada o agua de lluvia.
- No mojar el núcleo donde se juntan las hojas, ya que se estanca y provoca que estas se pudran.
- Puede agujerear la maceta para que el agua se evapore con mayor facilidad.
- Si tiene una planta enferma es recomendable no utilizar la misma fuente de agua para todas sus plantas, pueden transmitirse enfermedades.
Humedad ambiental
Otro factor importante a tener en cuenta, la phalaenopsis necesita una humedad ambiental de 50%-80%.
Podemos llegar a esa cifra de varias formas:
- Vaporizar agua sobre las hojas (no mojar las flores, durarán menos)
- Colocar la maceta sobre una capa de rocas o bolas de arcilla reteniendo agua, durante su evaporación la humedad del aire alrededor de esa planta aumentará.
- Colocar todas las plantas cerca, generando un microclima con mayor humedad.
- Colorar recipientes con agua cerca de las plantas.
- Usar un vaporizador/humidificador de ambiente.
Temperatura
Siendo una planta tropical necesita temperaturas estables sin pasar más alto de los 30°C o que bajen de los 15°C.
Para poder florecer es importante provocar un cambio de temperatura de 10°C entre el día y la noche.
Poniendo una orquídea durante 3-4 semanas en un lugar más fresco, dónde la temperatura nocturna ronde los 15°C la hará florecer si tiene suficientes fuerzas.
Una vez que la planta desarrolle inflorescencias la podemos volver a colocar adentro donde haya buena exposición.
Ventilación
Las orquídeas necesitan ambientes ventilados y oxigenados, sin que sea corrientes fuertes de aire.
Muy poca ventilación puede provocar la aparición de hongos y otras enfermedades.
Sustrato
Recomendamos utilizar un sustrato especial para plantas epífitas que tenga suficiente drenaje y aireación para el desarrollo de las raíces.
En nuestro taller utilizamos una mezcla de corteza de pino, musgo blanco, corcho y carbón.
A renovar cada 2-3 años al momento de realizar el trasplante.
Sustrato
El sustrato con lo cual están creciendo las orquídeas no contiene nutrientes, tal cual como la corteza de los árboles. Por esa razón es necesario abonar periódicamente nuestra orquídea.
Los más importantes para las plantas son el nitrógeno (N), el fósforo (P) y el potasio (K).
Cada uno de ello tiene su propia función y las orquídeas como todo el resto del reino vegetal necesitará más cantidad de uno que de otro según la etapa de desarrollo en la que se encuentre.
Al comprar un fertilizante se debe buscar en su composición sus concentraciones de nitrógeno (N), fósforo (P) y potasio (K), en general lo vemos expresado de esa forma (30:10:10) o (15:15:15) por ejemplo.
El índice NPK es un concepto muy básico que nos falicitará la decisión cuando se trata de eligir un fertilzante.
¿Cómo fertilizar?
Diluir el fertilizante en el agua al momento de regar, las dosis deben ser respetadas (ver noticia de su producto).
Las varas
Una pregunta frecuente es saber si se necesita cortar la vara floral una vez que las flores se han caído.
La vara está seca: Lo mejor es cortarla por la base.
Las flores se han caído pero la vara no está seca: Se puede cortar la vara encima del primer nudo o dejarla, sobre todo si la orquídea es conocida para florecer de manera continua en la misma vara floral como el caso del híbrido phalaepnopsis violácea.
Trasplante
Cada 2-3 años es recomendable cambiar el sustrato y la maceta de nuestras orquídeas. Esa operación se puede efectuar después de la floración, nunca durante.
Proceso:
- Regar por immersión
- Absorbando el agua, las raíces son más flexibles y serán menos propensas a romperse o dañarse.
- Retirar la planta de la maceta
Haciendólo con cuidado, se puede ayudar de algunas herramientas para sacar el antiguo sustrato sin romper raíces. - Eliminar las raíces muertas o dañadas
- Eliminar todas las partes muertas, heridas o de aspecto seco y marrón. Es aconsejable desinfectar las tijeras con alcohol para prevenir todo tipo de infección. De igual manera es recomendable utilizar un fungicida pero no obligatorio.
- Trasplantar en una nueva maceta
- Utilizar un nuevo sustrato y una maceta previamente desinfectada. Recomendamos dejar algunas raíces superiores sin enterrar.
Cuidados después del trasplante:
No regar durante 2 días en caso que se haya roto raíces para no propiciar hongos. Proteger de una sobre exposición a la luz y vaporizar de vez en cuando para mantener humedad.
No abonar durante un mes.
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